Sunday, February 13, 2011

-Palabras Para Un Buen Padre-






Hoy Febrero 13, 2011 Me despido de un Clásico. Me despido de Tomas Joaquín Rosario Hernández, El Quino. No quiero despedirme de él en la forma que lo encontré en el hospital, con la morfina calmando su dolor. Tras un largo tiempo pasando de enfermedad a enfermedad mi viejo ya alcanza descanso. Mi viejo no solo fue mi gran abuelo, pero también mi amigo y claro por encima de muchas cosas fue un padre. Mi viejo me vio nacer, me cargo en sus fuertes brazos y por más de 20 y tantos años hemos ocupado y compartido el mismo espacio. No quiero recordarlo en sus últimos momentos con sus ojos apenas abiertos y mi alma hecha pedazos, el dolor tratando de formar residencia en mi pecho. Mis piernas traicioneras cayendo en la silla, mis manos a mi cabeza tratando de parar el huracán de lagrimas que jamás pude contener. A mi viejo, a mi padre, lo recuerdo como lo que cada hombre aspira ser, un ejemplo para su familia, un trabajador fuerte y buen ciudadano de su patria. De mi abuelo he aprendido a ser buen hombre y mejor hijo. Y quisiera yo en mi última hora de vida tener el 5% del alma que corría fuerte en el cuerpo de ese viejo. No quiero recordar a mi abuelo en ese hospital con esa tristeza en sus ojos, porque sabía que ahí estaba mi despedida y que yo espero que me perdone el mis lagrimas, pero yo se que ya vuelo hacia el Cielo esta comprado y su padre lo necesita de regreso. Gracias Dios Todopoderoso por darle 90 y tantos años de vida, gracias por tantas sonrisas, tantos abrazos, tantos recuerdos Y por encima de esto, gracias Dios por haberme dado esta sangre de Rosario que corre en mis venas ahora. Abuelo, viejo, te recuerdo como el gran hombre que eres y serás para siempre en mi alma. Por las lecciones y por las sonrisas. Esas sonrisas llena de un hombre que supo vivir en paz y con Dios. Gracias Dios por 90 y tanto años de un hombre sin igual, un hombre que sembró amor en su familia. Abuelo de mi alma que Dios te tenga en eterna gloria y que descanses ya tu misión queda cumplida. Comencé este escrito con el propósito de que fueran mis últimas palabras pero es que nunca lo serán, porque Viejo, te tengo en mi alma de forma muy permanente, Gracias por ser mi abuelo en esta vida, nos vemos en la próxima…. Coño, Carajo!!


Con mi Amor eterno Viejo mío,

Pavel.