Otra noche de frío y siento que seré estrangulado por esta maldita soledad que llega sin invitación y se sienta en la mesa de mi mente ¿Y que es esa palabra tan vulgar y fría que sale de mi boca? esa palabra que todos sabemos pero también tememos estar en su compañía. La pura verdad es que la soledad es una puta muy fría.
La soledad es lo más duro a veces de sacarse de la mente y del alma, esa soledad que te arropa como abrigo y se sella entre piel. Pero ya se me va haciendo más fácil eso, y puedo ponerla en un estado de olvido momentáneo. Sonrío y busco pensar en otras cosas que me llenen de felicidad. Ya a mis 30 y algo de años se me va haciendo más fácil aceptar cosas de mí que a veces me encierran en frustraciones porque yo no las puedo cambiar. En un día de Septiembre nací, nací con una jaula de desventaja que hasta unos pocos años lo veía como una tortura divina, un castigo de Dios mismo. Es quizás la primera vez que escribiré tan detalladamente sobre algo que muy pocas personas sepan y entiendan de mí. Esas pocas personas para mí son muy queridas. Pero ya es tiempo de desnudar estos últimos rasgos de amargura, es tiempo de confesar y liberarme porque ya no tengo miedo. Ya he tenido el placer de sentir amor y ya no es sueño. Mi confesión, es que desde el día que nací he caminado este mundo bajo la realidad de un derrame cerebral que me ha robado del uso mayor de la parte izquierda de mi cuerpo.
Para ser más claro mis queridos lectores, hoy día en el 2009 solo me queda un buen oído, del otro estoy completamente sordo, mi lado izquierdo no tiene la misma fuerza, ni la misma medida que mi lado derecho. Y claro, parte de mi cerebro esta inactivo por causa de ese derrame cerebral que tuve en los minutos de mi nacimiento. Al comenzar mi vida no era algo en que yo pensara mucho por mi inocencia como cada niño, pero como todo en la vida llegaron cambios, ya para mis 9 años me sentía muy diferente a otros niños. Caminaba un poco diferente, pero con cirugía eso también cambio, me arreglaron algunos tendones en mi pierna izquierda, y créanme esa vaina duele y eso era en los tiempos antes de que de los "Percocet" cuando solo te daban un "Tylenol" que ni calambre te curaba. Pero como iba escribiendo, me sentía muy diferente y con los años notaba que esa diferencia aumentaba, me sentía aislado y no tenia a nadie con quien hablar de estas cosas, pero aun con esas diferencias, me esforzaba para hacer todas las cosas a mi alcance, a jugar deportes y otras cosas que se me hacían un poco difícil pero me esforzaba en hacerlas. Este tiempo de mis 10 hasta mis 14 años fue también un inicio en la curiosidad de la belleza de las mujeres. Me sentía más viejo que mis compañeros de clase en ese aspecto, yo siempre miraba a las mujeres en otra luz, en otra altura y no como simplemente objetos simples y sexuales.
El tiempo del bachillerato para mí fue una mezcla de depresión y logros. Logros en el sentido que académicamente me fue muy bien, mis notas durante el bachillerato siempre fueron excelentes y me pasé un buen tiempo en el famoso "Honor Roll" pero ya eso es otra historia. En este tiempo también descubrí los libros de la Dra. Sari Locker y se me abrieron los ojos al mundo del placer y claro, las mujeres. Esos libros en gran parte me ayudaron a entender mejor a las mujeres desde el punto de vista de una mujer, a valorar el alma, a valorar mas cosas y al mismo tiempo darse valor uno mismo. Los libros me ayudaron también, claro, en cómo brindarles a las damas el mejor de los placeres, que es el amor. Al fin, leer esos libros creo en mi sangre el apetito de la lectura y me puse a visitar mi biblioteca local todos los días que podía. Me ponía a leer dos o tres libros a la vez. En sí me lance al mundo de Edgar Allen Poe, Stephen King, Emily Dickinson, H.G. Wells, etc. (los pocos que me conocen bien saben que ya esa lista es muy grande para mencionar uno por uno). El bachillerato me abrió los ojos al mundo que me esperaba, un mundo aparte de ser un dominicano en un estado como Massachusetts (o como algunos le llaman, Masque llueve). No he querido ser el típico dominicano, porque por muchas razones no es bueno ser completamente típico de nada, es mejor ser único. Desde hace mucho tiempo me considero no sólo un dominicano sino un ciudadano del mundo y eso se lo agradezco a tantos libros que pasaron por mis manos.
El bachillerato también emocionalmente fue zona de soledad. Aunque tenía amigos y familia, no me sentía tan conectado con nadie, ahora que me pongo a recordar las pocas personas que hicieron el esfuerzo de tratar de entrar más adentro pero no las dejé entrar. No sé el por qué de eso, me que pena porque son muy buenas personas hoy en día y he perdido el contacto. Yo ambulaba entre los "cliques" de la escuela, nunca teniendo un solo espacio, porque tampoco me gustaba clasificarme. De lo único que puedo decir es que nadie se metía conmigo en ningún sentido agresivo, no me preocupe por pelear, (aunque claro si tengo que pelear a eso me pongo) prefiero la calma, la violencia sólo la trato de vivir en las películas, en juegos o en libros. Es un sentimiento confuso estar entre mucha gente pero muy adentro sentirse solo, aislado del mundo como que no perteneces a él y sólo lo miras desde lejos como si fueres un espectador de ese evento. Es ese sentimiento de soledad lo que me brindó un apego especial con las películas y con la televisión, entre los shows me perdía en esos mundos creados y es en ese ambiente a donde me sentía parte de algo más grande.
También tuve una conexión fuerte con dibujos animados y el anime. Me perdía en los mundos interesantes creados por el anime japonés, el anime contiene ese poder de mezclar el drama y el humor como si fuera una boda de sentimientos. En un momento estás llorando porque algún protagonista ha muerto o está bien herido y al instante te puedes poner a reírte en grande cuando el anime tira su "momento cómico" en el mismo medio de todo este drama. Y así soy a veces, un baile de emociones entre lo real, lo cómico y la fantasía. No tengo categoría, soy único, soy y con eso basto en esta vida, me hubiera gustado haber aprendido muchas lecciones como estas durantes mis años mas jóvenes, pero así es la sabiduría, es como un buen caldo, toma su maldito tiempo para ponerse bueno.
Lo más duro fue pasar una juventud y no sentirme como si yo tuviera lugar con el resto del mundo. Con cada año que pasaba me sentía más y más aislado. Aislado de lo normal, aislado de todos que corrían y se reían felices, y más y más yo sentía esa sombra de negro caer sobre mí como neblina lenta y segura. Más y más me sentía solo sin recursos para hablar con nadie sobre esto que me carcomía desde adentro. Ya después en mi tiempo en la Universidad fue en donde encontré mi mundo (con mucha ayuda de parte de Pablo Neruda y sus 20 poemas de amor), me sentí como parte de una real comunidad, conocí gente con quien hablar sobre mis problemas porque ellos al igual me hablaban de sus problemas, y ya la soledad se me iba despareciendo. Ya a los 20 y tantos un muchacho se convirtió en un hombre. Aprendí a amar y perder y volver a amar. Aprendí muchas lecciones, aprendí que el mundo sigue sin nosotros, que no podemos aislarnos en soledad. A mis 24 años por primera vez oí esas palabras mágicas que cambian vidas y curan dolor: "te amo". Ese momento lo aprecio mucho porque fue la primera vez que una mujer me dijo eso y lo sentí en el alma, ya el amor no era un juego de adolescentes, en ese momento se convirtió en el sentimiento mas poderoso que había sentido hasta ese momento. Y desde ese momento he sido otro, he sido este hombre que hoy se encuera los últimos rastros de su dolor, de su secreto, vengan todos y vean, no es circo, solamente es mi verdad. A veces es duro vivir la vida con límites pero tengo fe en que por todo hay razón.
Y tendré que cortar un poco ya mis relatos de mis veinte y tantos, jejeje, ya existe alguien que puede hablar de los veinte y tantos mejor que yo. Pero en serio, es desde los 24 en adelante en cuando voy más y mas incorporando mis sentimientos diarios en mi poesía, es cuando mi poesía despega y se desnuda, se atreve a mandar coños al aire con una vulgaridad poética. Pero ya esos serán otros relatos, otros tiempos, ya algunos los he contado en poesía, y otros siguen en vivo, porque lo bueno nunca se olvida, por mas azul o miel que sea la luna, mis minutos se ponen en bella pausa y me llenan de sonrisas. Estos relatos y más, como el coco tierno y fino viven en mi alma, me envuelvo en un sentido de vida que me eleva a sentir y pensar a lo mas profundo de mi mismo, es en este mar de sentimientos en el cual me refugio y al mismo tiempo es en este espacio secreto en donde creo mi poesía, que como gotas de agua salen una por una hacia las paginas y se nutren del momento. Porque sí, eso, he vivido momentos sin límites, aun teniendo mis límites me esfuerzo hacia delante firme y seguro en mi vida.
Este fue un tiempo en cual durante varios años me inspiré mucho por las escrituras de Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Anne Rice, y demás autores. Entre otros autores también me puse a leer los rusos, que son los favoritos de mi padre, y me encontré con Fedor Dostoievsky. Una de sus novelas mas filosóficas en lo que es la condición humana, fue quizás la que inspiro gran parte de este escrito, la novela siendo Memorias del Subsuelo. Es este tiempo en mi vida el que más ha formado mi mentalidad intelectual y emocional, mi capacidad de entender cómo el mundo cambia y que también uno pasa por su evolución personal a llegar a la sagrada sabiduría.
Pero ya, ha llegado el tiempo de dejar el pasado descansar, que ya esto que vive conmigo es parte de mí. Antes pensaba que era una cruz más en mi vida, sobre mis hombros, la depresión me ahogaba pero ya esa batalla la gano día por día. Ya no seré esclavo a esos pensamientos depresivos. He aceptado mis límites, Y veo el futuro más feliz. No seré esclavo jamás, ni estos límites de ser o no ser "normal" me van a parar en seco, caminaré hacia el futuro. Me imagino que mis más queridos lectores de siempre, algunos muy valiosos amigos y amigas que tendrán sus preguntas o quizás me entiendan, quizás tengas sus propias limitaciones. La verdad es que muy poca gente se da cuenta si no le digo de mis limitaciones, no es algo muy notable al menos claro, si se fijan en los detalles. Espero que este espejo hacia cierta parte de mi vida les dé por entenderme mejor como persona. Lucho por la magia de las palabras y el arte de la escritura, lucho por los sentimientos, por que sean ellos siempre la fuente de nuestras inspiraciones.
Gracias a las personas que de forma individual me han brindado un poco de vida y razones por estar y escribir. Gracias, y están bienvenidos a preguntar y expresarse en este mi humilde espacio de palabras. Y le mando un agradecimiento especial a ella, a mi gran preciosa del alma, que vuela entre las nubes de mis pensamientos mas expresivos, si dama mía, este chocolate ama tu coco como cada noviembre.
Al fin de todo, mis queridos lectores, nunca he sido "pelfeto" jejeje, ni busco esa perfección. Sólo se que soy una persona con una fundación humilde, leal, desnuda, seria, cómica, alegre, inteligente y si a veces media sinvergüenza.